Con las temperaturas previstas para estos días lo mejor que podemos hacer es proteger nuestras plantas, sobre todo las menos resistentes: buganvillas, cítricos, hibiscus, etc …
Tradicionalmente se ha recurrido a tapar con plásticos las plantas más sensibles, pero ¿qué inconvenientes presenta utilizar este material? ¿Existe algún otro mejor para protegerlas?
Aunque tapar con plástico puede resultar efectivo, presenta una serie de inconvenientes que os expongo a continuación:
- El vapor de agua se condensa en la lámina de plástico haciendo que dicha agua se pueda helar, con lo que es necesario colocarlo de forma que ninguna hoja u otra parte de la planta toque directamente con éste.
- Debido a la condensación en las paredes del plástico, necesitaremos ventilar con bastante frecuencia, de lo contrario puede darse el riesgo de aparición de hongos en la planta protegida.
- Al amanecer, cuando los rayos solares inciden sobre la planta que está tapada con el plástico, la temperatura del aire interior se eleva demasiado deprisa, pudiendo marchitar la planta.
Tanto el plástico como la manta térmica (o tela de protección) pueden conseguir aumentar unos 4ºC la temperatura respecto de la temperatura ambiente, lo que significa que si las temperaturas son extremas tampoco evitarán la congelación de algunas plantas, aunque si las heladas son débiles sí que reducirán los daños que se puedan ocasionar.
Las ventajas que presenta la tela de protección frente al plástico son por una parte su peso: la tela es más ligera (unos 18 gr/m²) con lo que el peso sobre la planta será inferior. Por otro lado, la tela permite la transpiración de la planta, evitando los inconvenientes de condensación, ya que ésta no se produce porque existe una ventilación uniforme. Además tiene una transparencia de un 80% aproximadamente y un tratamiento contra los rayos UVA que evitan el sobrecalentamiento al amanecer.
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